Oliver Borner, actor, influencer, recordado por su papel en Si yo fuera rico, lo venía planeando hace tiempo.

Sabía lo mucho que a su padre, Manfred, le gustaba el AC Milan, el rossoneri, cuadro del que se enamoró hace ya poco más de tres décadas, cuando el plantel lo dirigía Arrigo Sacchi y lo decoraban Paolo Maldini, Franco Baresi, Marco van Basten y Ruud Gullit. Entonces fue bicampeón de la Champions League, superando en 1989 al Steaua Bucureşti y en 1990 al Benfica.

Lo que hizo Oliver, harto de posponer una sorpresa que ideó inicialmente en 2023, fue comprar los pasajes el pasado octubre para ir a su cancha. Y la semana pasada, el miércoles para ser más precisos, partieron.

“Por motivos de trabajo que me fueron apareciendo no se pudo dar ahí el viaje, pero yo le dije: si seguimos esperando no vamos ir nunca”, precisó el actor a LUN.

El asunto es que, cuando Oliver buscó entradas para el cotejo del Milan del fin de semana, contra Atalanta, sólo quedaban lugares a muchísima altura. No quedó de otra que arriesgarse con la reventa.

“Salieron un poco más caras, pero para el sector no fue tanto. Nos dijeron que nos iban a ‘pistolear’ el código QR y entrábamos, pero cuando llegamos vimos que revisaban los carnés y las entradas no tenían nuestros nombres, tenían nombres de Lituania”.

A pesar del miedo, “mostramos las entradas y los carnés, pero —afortunadamente para su aventura, comentó— ni leen los nombres”.

De ahí todo fue felicidad. Es más, Manfred comentó que ya había pasado antes por algo así cuando su hijo lo invitó a ver a River Plate:

“Es que yo soy muy futbolero y es imponente ver un partido fuera de tu país. Es inexplicable, pero para un futbolero es algo emocionante”.

Ahora se propusieron un nuevo destino: Anfield para ver al Liverpool. Pero eso tomará un poco más de tiempo.