En la Nochebuena y tras la cena familiar, viene el momento en que los niños van en busca de sus regalos, esos que tanto desearon y que escribieron solicitándolos en la carta que enviaron al Polo Norte. Habitualmente el Viejito Pascuero cumple, pero hay otras veces en que sencillamente no se pudo, pero no por eso la alegría y el amor de estas Fiestas pasan a pena.

Generalmente ese instante luego se suma al anecdotario de las Navidades y ya adulto se entiende la razón por la que el regalo no llegó.

Es así como La Cuarta le pidió prestado el trineo y los renos a Papá Noel para recorrer los canales de la televisión y preguntarle a algunos de sus rostros cuáles fueron esos regalos que no llegaron y que en su ilusión, aún esperan poder verlos bajo el árbol en una próxima Navidad.

Bicicletas, animales, muñecas y autopistas son parte de una selección de presentes que nunca llegaron, pero que según nos explican los rostros, siempre entendieron que las circunstancias de la época no estaban para tales gastos, y ese momento ahora adulto se atesora con mucho cariño.

José Miguel Viñuela: regalo suplantado

"Yo pedí una bicicross, pero el Viejito en ese tiempo no tenía mucha plata y me armó una bicicleta. Agarró un marco, las ruedas, y le puso las calcomanías de la marca. La misma noche la salgo a probar, pego un salto y la bicicleta se parte en dos".

Eduardo de la Iglesia: réplica alba

"Siempre quise la camiseta oficial de Colo Colo, pero como somos muchos hermanos nunca llegaba, siempre eran réplicas de dudosa procedencia, uno se daba cuenta que eran imitaciones".

Chico Pérez: mini velocidad

"Yo quería tener una autopista, en los 80 las autopistas eran la gran hueá, con autos eléctricos y nunca me llegó. En lo musical seguramente haya querido tener un disco que anduviese buscando, pero esa autopista deseada aún me pena".

Nacho Gutiérrez: rafting artesanal

"Yo quería una balsa inflable para poder poner en el Maule y así estar en medio del río, pero en ese tiempo no habían, era como un sueño. Hoy prendo el televisor y salía una que hasta tenía un techo, estoy a punto de ir a comprarla y regalármela yo mismo".

Tonka Tomicic: la barbie cabezona

"Todas tenían Barbie, pero yo no, en mi casa no había forma de comprar una. Yo por más que la quería mi mamá no me la podía comprar, pero me regaló una tipo Barbie, que era una muñeca cabezona, pelo tieso y las piernas no se doblaban, y de tanto uso se le salió un fierro por la rodilla. Pero era mi muñeca especial".

Polo Ramírez: crecencios

"La gente de mi generación se va a acordar de los Sea-Monkeys, era un supuesto animalito que venía en un sobre, uno les tiraba agua y crecían. Yo jodí por los Sea-Monkeys, pero nunca me llegaron. Menos mal, porque la cuestión era una estafa, con suerte crecía uno".

Julia Vial: fallido por dos

"Por dos año seguidos pedí un Ken para la Barbie y en principio me compró un vaquero que le llegaba a la cintura a la muñeca y al año siguiente me llegó un mono nada que ver, así que mi regalo frustrado es una Barbie".

María Luisa Godoy: ¿un delfín?

"Siempre pedía un delfín. Cuando una es chica cree que todo lo puede pedir. Igual me explicaban que cómo íbamos a tener un delfín, que aquí no se puede tener. Entonces ahí pedí una jirafa y fue el mismo cuento. Pedía puras cosas que no se podían".

Martín Cárcamo: circense

"Me gustaba mucho el circo, una vez vi unos zanquistas y pedí unos profesionales. Yo jugaba a eso con los tarros de leche. Por más que pedía y pedía los zancos, nunca me llegaron. Yo creo que mis papás tenían miedo que me sacara la chucha y me fuera de hocico con los zancos".

Begoña Basauri: regalo veraniego

"Cuando era chica vivía en La Florida y en la comunidad teníamos una piscina inflable. Entonces, cuando me fui pedí una para bañarme en el verano, entonces en los veranos me bañaba en los regadores de la rotonda Quilín, yo quería una piscina para no peregrinar a los regadores".

Paulina rojas: más vale tarde

"A mí me encantaban las Barbies y los Transformers, y no es como hoy que las puedes encontrar hasta en una farmacia, antes era mucho más difícil. Yo siempre quise una Barbie que era de corazones, siempre la quise y me llegó cuando ya no me gustaban, ahí ya era más grande".

Eduardo Fuentes: sin su carretera

"Siempre quise un autopista y nunca me la regalaron en ese momento, eran caras, había una que se daba vuelta, hacía un loop que veía en televisión, pero era muy poco probable que me llegara, pero inocentemente se la pedía al Viejito Pascuero".