Una particular situación se produjo durante la edición de este martes del Hay que decirlo, donde Gissella Gallardo dejó a todos en shock con una inesperada confesión.

En medio del espacio farandulero, la panelista reveló un episodio que involucró directamante a Mauricio Pinilla, y que ocurrió en la época en la que estaban separados.

Todo surgió cuando en el estudio hablaban sobre los problemas y conflictos que se generan después de los quiebres amorosos en las parejas.

En ese instante, Gissella se refirió a una radical decisión que tomó tras la última separación que tuvo con el ex goleador de la U y la Roja.

"Me sentí un poco mal la verdad… La última vez que me separé hasta le vendí los carritos de golf, las motos de agua, todo“, indicó en pantalla.

Luego, argumentó en el espacio de Canal 13 que tomó dicha determinación debido a que se iba a cambiar a una casa más chica, y que ya no tendría el espacio necesario para guardarlos.

"¿Qué iba a hacer con eso en otra casa? Entonces vendí todo (...) Vendí los carros de golf, las motos de tierra, las motos de agua, vendí la mesa de pool, el gimnasio de él…“, reconoció entre risas la periodista.

Causó asombro

Tras escuchar su testimonio, Pamela Díaz no escondió su asombro y le preguntó si Pinilla estaba de acuerdo con lo que había hecho.

“No tengo idea“, respondió Gallardo, sin complicarse más allá sobre lo que pudo pensar en ese momento el comunicador, con quien posteriormente se reconcilió.

Para cerrar, reveló que utilizó la plata que obtuvo de esas ventas para viajar junto a sus hijos. Además, reconoció que tampoco estaba pasando por un buen momento a nivel personal en ese minuto.

“Yo estaba desregulada (…) En un momento él quiso ir a buscar las motos de agua y las escondí en la casa de una amiga”, indicó.

“Esas cosas eran de mis hijos (…) no gozaba ni me reía, pero dije: ‘Las cosas no le corresponden, son de mis hijos’“, cerró.