Para el olvido han sido los últimos años de Humberto Baeza Fernández, conocido popularmente como "El Temucano". Y no es exageración: el folclorista nacional enfrentará el próximo 19 de marzo a la justicia en la audiencia de formalización por los delitos de abuso sexual y violación que tres mujeres le imputan.

Sobre las graves acusaciones, que se conocieron en septiembre de 2018, el músico, de 77 años, dijo a La Cuarta que está "nervioso y satisfecho porque, al fin, me dieron una fecha".

Y respecto a cómo se le viene la mano ante el Ministerio Público, "Tito" Fernández alegó completa inocencia y juró a los cuatro vientos que "no violé a nadie". Así de enfático.

El hecho. Las acusaciones en su contra salieron a la luz cuando tres mujeres lo sindicaron como el líder del Centro Integral de Estudios Metafísicos (CIEM). En las dependencias de dicha institución, "Tito" Fernández las habría obligado a realizar favores sexuales.

Sin embargo, el intérprete del "Gorro de lana" rechazó en su momento los hechos y, durante la jornada de ayer, al hablar de posibles sanciones en su contra, refutó los comentarios y cuestionó: "¿Cómo me van a poner una pena por algo que no hice?".

Su mujer, Luz Rivera, también lo defiende con uñas y dientes. Es más, no se separa de su lado ni por un segundo. "A él la depresión no le afectó porque haya quedado sin trabajo o porque lo hayan acusado, a él le afectó porque eran sus amigas la que lo hicieron", explicó.

Todo mal. El estado de salud del músico no es el de los mejores. Incluso, varios se pasaron películas al verlo postrado, deteriorado. "Está en cama porque le es difícil moverse, tiene una artrosis incipiente. Ahora lo tengo que llevar al baño", comentó su esposa.

Pese a los malos ratos, su familia lo apoya incondicionalmente y vive, según dice, gracias a su ayuda. "Mi hija de Francia y la de Estados Unidos nos mandan plata, de eso estoy comiendo", aseguró Humberto Baeza.

Además, pataleó que "tenía una tocata, pero no la puede hacer porque apareció todo esto de la formalización, y al final el dueño del local dijo que mejor no".