En septiembre del 2022, Cara Delevigne fue paparazzeada en el Aeropuerto de Van Nuys, en Los Ángeles, luciendo desorientada, despeinada y errática.

Las alarmas se encendieron rápidamente y muchos se preguntaron qué estaba pasando con la modelo británica, que en ese momento justo había cumplido 30 años.

De hecho, fue ese episodio el que hizo clic en ella y decidió ingresar a rehabilitación “a veces necesitas un golpe de realidad”, afirmó.

Recientemente, la también actriz concedió una entrevista a la revista Vogue donde habló abiertamente sobre sus problemas de salud y adicciones.

Una vida con problemas

Cara contó sobre su primera resaca a los siete años: “Me desperté en casa de mi abuela, en mi habitación y con resaca, con un vestido de dama de honor. Había ido por ahí terminando copas de champán”.

A los 10 años le recetaron pastillas para combatir el insomnio y le diagnosticaron dispraxia, trastorno que afecta a la coordinación. “Ese fue el comienzo de mis problemas de salud mental y de las autolesiones involuntarias”, dijo.

A los 15 años sufrió una crisis nerviosa, le recetaron antidepresivos, que le “salvaron la vida”. “No había descubierto el puto agujero que tenía dentro, el verdadero torbellino interior, y sigo pensando que hay una parte del diagnóstico y de etiquetar a la gente que es perjudicial. Muchas veces me animaron a tomar esto o aquello”, aseguró.

La modelo dijo que lleva cuatro meses sobria, pero que antes llegó incluso a autolesionarse golpeándose la cabeza contra un árbol para intentar “desmayarse” e incluso, pensó en quitarse la vida.

También habló de la adicción a la heroína de su mamá, lo que le produjo una infancia “muy estresante”. Y que pese a sus avances, cree que nunca estará del todo recuperada.