Britney Spears nuevamente está en el ojo del huracán. La cantante, como viene ocurriendo en los últimos años, sumó una nueva polémica esta fin de semana.

El conflicto, en esta oportunidad, está relacionado con sus hijos, Sean Preston, de 16 años y Jayden James, de 15. Esto, luego de que hace un par de semanas ambos deslizaran algunas críticas sobre la artista en una entrevista.

“Mamá ha tenido problemas para prestarnos atención y mostrarnos el mismo amor. Solo quiero que mejore mentalmente. Cuando mejore, realmente quiero volver a verla”, reveló el menor de los méranos en charal con la cadena británica ITV.

La reacción de Britney Spears

De hecho, fueron esos dichos los que ahora generaron la reacción de Spears, quien no se guardó nada y lanzó una cruda reflexión al respecto. Incluso, aseguró que una parte de ella “ha muerto”.

“Literalmente, ya no tengo ningún propósito. Eran mi alegría. Ellos eran mi todo. Espero verlos. Para eso vivo. Y de repente desaparecen”, afirmó en su cuenta de Instagram.

Cabe destacar que, en el último tiempo, Britney también protagonizó una disputa legal con su padre, a quien derrotó en tribunales y suspenderlo como tutor, rol que cumplía desde que inició su carrera como artista.