Claudia Pérez: “El Rodrigo es insoportable, es muy enojón. Lo que pasa es que el Rodrigo tiene un problema: Como es chico, tiene mecha corta, ¿cachai? Es como de cero a mil. En él no hay matices. Es muy buena onda, o le pasa algo y es híper histérico”

Rodrigo Muñoz: “Lo que pasa es que he tenido que dirigir mucho, he tenido que actuar mucho, y cuesta tanto hacer las cosas. Por ejemplo, cuando no funciona la parte técnica, me da una rabia; o cuando un actor no se aprende el texto, o cuando un actor no tiene talento. Yo admiro el talento, pero el no talento lo detesto también. Me pasa eso también. Y en pareja…”

Pérez: “Todo”

Muñoz: “Es que la Claudia es demasiada buena persona. Escucha a toda la gente, se une a todas las causas, y yo no tanto. Es como ‘señora, ¿usted me daría una entrevista?’. Pero, ponte tú, para un colegio, está bien, yo doy de repente entrevistas, pero la Claudia le da al curso entero. Y yo ‘mejor júntense todos y les hago una pura entrevista para todos’. Soy más mal genio en ese sentido”

Pérez: “Y como ansioso, rabioso, se pone nervioso, todo lo pone nervioso. Invita a algo a alguien, porte tú a comer, y se pone nervioso. Entonces todo se le cae y se enoja. Eso”

Muñoz: “¿Te acuerdas que una vez hicimos una reunión aquí juntos?”

Jung: “Sí, pero yo no vi nada de rabia, vi puro amor. Lo pasé increíble, de hecho”

Muñoz: “Pero, antes de eso, ya tenía los nervios de punta para que todo resultara bien. Y al mes siguiente vino Jaime Vadell y también me puse nervioso. Me tropecé y le tiré todas las ostras encima, lo dejé como cuadro de Picasso”

Pérez: “Se enoja porque tiene todo listo y yo paso y saco un maní. Es como que pasé y saqué un maní. Y él es como ‘¡¿por qué sacaste el maní?!’. Y le digo ‘chico, cálmate…’”