Que Te Lo Digo es un programa donde opinan sin límites, ni pudor ni filtros sobre los personajes de la televisión y la farándula. A veces, eso sí, se pasan varios pueblos.

Ahora, sobre el cara a cara que tuvieron Daniela Aránguiz y su ex pololo Luis Mateucci en Only Fama, una guerra de recriminaciones, confesiones lo privado y coqueteos, dijeron:

Sergio Rojas: “Las mujeres que me han hablado de esta entrevista no pueden creer cómo Daniela se pudo rebajar tanto, regalarse tanto, frente a un hombre que la desconoció, la hizo sentir la última de la fila”

Antonella Ríos: “Desaprovechó la entrevista, porque estaba en su territorio. Hacía un amague de enfrentarlo, después reculaba y le mostraba un hombrito. Después lo atacaba. Al reírse perdía un poco el poder, porque estamos hablando de un tema serio, ¿no?

“Entonces, nos damos cuenta que podrían haber sido un tongo todas estas declaraciones en Sígueme, que Luis era aprovechador, que no sé qué. Entonces realmente ¿dónde está la dignidad de Daniela Aránguiz?. Yo creo que se debe haber perdido por ahí, quizás cuando estaba con ‘Mago’ Valdivia”

Danilo 21: “Cuando tu canal, sabiendo todas las cosas que dijo Luis Mateucci de ella, te expone, te deja entrevistar a ti, sabiendo que Daniela no tiene las herramientas como para entrevistar… Si te quisieran como un rostro potente del canal, jamás te exponen a ese show tan barato”

Rojas: “Barato fue el comportamiento de ella”

Luis Sandoval: “Pero lo que hace ella es desenmascararlo”

Rojas: “Pero el tono era sensual”

Ríos: “Tiene que ser frontal”

Sandoval: “Todos esperaban a una Daniela confrontacional, dura... Pero ella quizás dijo ‘no voy a quedar como la chula y flaite…’”

Rojas: “Y por no quedar como chula y flaite, aguantó que su marido se la cag... con todo Chile. Luis Mateucci es un cafiche que se metió en la cama, en la casa, en el bolsillo de Daniela Aránguiz. Era el momento para que ella le dijera ‘conmigo no’. Yy qué hizo? Ofrecerse. Mostrarle la ropa interior”

Ríos: “¿Y quién ganó? Ganó Mateucci, porque salió jugando. Mientras ella insistía y le decía ‘dime que yo soy importante, ¿cómo se iba a llamar nuestro hijo?’. O sea, era un nivel de arrastramiento...”