“Fuimos juntos cuando pedí créditos y después yo traspasaba la plata”, cuenta Pamela Cifuentes, la ejecutiva que ocupa un alto puesto en el área de la salud privada y cuya historia de amor, decepción y dolor durante diez años con Daniel Fuenzalida fue revelada por Glamorama esta semana.

“Fue una triste etapa de mi vida, lo pasé mal los últimos años y solo espero que me devuelva plata... Me encantaría que algún día me pagara”, declaró Pamela a este sitio, confirmando la crónica de cómo conoció al animador en 2006, cuando él no podía dejar la adicción por la cual perdió todo.

En 2008 la profesional lo animó y empujó a la rehabilitación. Asegura que también pagó la internación de tres semanas y luego el año y ocho meses de terapia; lo recibió en su casa donde lo cuidó, asumió todas las cuentas y también pidió créditos para ayudarlo a volver a la vida profesional.

Pero cuando ella se quedó sin trabajo y quiso que le diera una mano, el comunicador no lo hizo.

“Eso no se cobra, eso no se hace”, declaró luego la madre de tres hijos, en el último capítulo de Only Fama, refiriéndose a los recursos que puso por amor, en los diez años de pololeo y convivencia, para que Fuenzalida dejara la oscuridad . Pero sí le ha solicitado en reiteradas ocasiones que le reponga los montos que él se habría comprometido a restituir. “(Que me pague) Lo que él me dijo ‘préstamelo’. Del resto yo me hago cargo”, explica.

En el programa detalló esa deuda que no está escrita en ningún papel, sino en el terreno de la confianza. “Hay una cuestión de ética nomás, de un pago, de que yo fui la que me ensucié en el sistema”:

“Si yo estoy con alguien que está en una situación así (las adicciones), yo lo voy a apoyar... Aunque haya gente que opinaba ‘¿cómo eres tonta?’... El amor no pasa por la inteligencia, el amor pasa por lealtades y por apoyar. Uno espera que, si uno también pasa por situaciones así, te apoye

“(Fuenzalida) Quiso comprar un auto, me pidió a mí que yo pidiera un crédito. A él no le daban crédito, por el comportamiento, él dejó deudas en el sistema. Entonces no le daban y había que sanear eso, como le pasa a cualquier ser humano.

“Yo pedí el crédito y, cuando él se fue, me dejó con las últimas cuatro cuotas impagas. Las cuotas era de 300 y tantos mil pesos.

“Hay un crédito que también tuve que pedir en otro banco, de ocho millones, para Contradicción (el centro de rehabilitación que emprendió Fuenzalida en 2013).

“Además él estaba pidiendo un crédito en Corfo porque estaba armando algo con una niña en una productora. Daniel lo tenía que pedir, y había que limpiar el sistema, y ahí fueron cinco millones más.

“Después él compró un camión como de televisión, usado, algo así, y ahí fueron dos millones de la línea de crédito. Después también unos celulares, le gustaba la tecnología.

“Eso fue como lo que él me dijo ‘préstamelo’. Del resto yo me hago cargo.

“Yo no soy un banco. Entonces hay una cuestión de ética nomás de un pago, de que yo fui la que me ensucié en el sistema. No es que me haya sentido un banco... Fui un banco. Si no me pagó.

“Le mandé millones de veces que me debía, que me pagara. Es más, en una oportunidad le mandé un mail. Y no. Desconociendo todo. Que no me debe nada”.

Antes de publicar por primera la historia de Pamela, hace una semana Glamorama se comunicó con Daniel Fuenzalida. El animador reconoce que Pamela pagó su tratamiento, pero especifica que lo hizo junto “a mi hermano”. Agrega que ella asumió los gastos de la casa donde convivían. Hasta que, en 2010, dice, él retomó el trabajo y comenzó a aportar. El resto de los hechos descritos los negó.