“Después de analizar cada detalle de su desempeño en Tailandia, puedo decir con convicción que Chile está listo para coronarse Miss Universo”, asegura la periodista y ex Miss Chile Nataly Chilet.

Este miércoles se llevó a cabo la preliminar del concurso de belleza más importante del mundo. Nuestra representante Inna Moll lució un traje típico inspirado en las Torres del Paine y después desfiló un impresionante vestido de gala rosado.

La influencer de 28 años se posiciona dentro de las favoritas a ganar la corona, por lo que la especialista y jurado de misses entrega su análisis al respecto:

“Desde el inicio de la competencia, Inna ha mostrado consistencia en todos los aspectos: looks impecables, seguridad escénica y un dominio excepcional del inglés, influenciado por su madre, quien es traductora e intérprete del idioma. Además, destaca por su manejo del lenguaje digital, un elemento clave en la era actual de los certámenes internacionales. En la cuenta oficial de Miss Universo, su fotografía es una de las más comentadas y con más ‘me gusta’.

“En la preliminar, tomó decisiones muy acertadas. Salir sin pareo marcó una diferencia notable en cámara, ya que evitó distracciones visuales y permitió que su presencia brillara con fuerza. Su pasarela fue limpia, elegante y ejecutada con naturalidad.

“Uno de los momentos más llamativos fue el doble giro inicial, un movimiento técnico característico de reinas muy preparadas, que demuestra dominio escénico y sentido del espectáculo. En el cierre, supo manejar el clásico acercamiento de cámara con una sonrisa segura y una mirada precisa. Como ex jurado de Miss Chile, puedo asegurar que su evolución ha sido impresionante.

“El traje típico es, sin duda, la categoría más impredecible de Miss Universo. Después de representar a Chile en distintos certámenes internacionales, sé lo que significa enfrentarse a esta prueba donde cualquier detalle puede cambiarlo todo. He visto trajes que no llegan a tiempo, accesorios que se rompen minutos antes de salir y ajustes desesperados en el backstage.

“Por eso, lo que hizo Inna tiene aún más mérito. Salió al escenario conectada con su traje, segura del concepto y completamente dueña de la situación. No mostró estrés ni inseguridad. Logró presentarlo con control, belleza y fuerza escénica. A pesar del volumen y la complejidad del diseño, nunca perdió su esencia ni dejó de proyectar elegancia. Su presentación fue visualmente impactante, armónica y muy bien lograda.

“En traje de noche, protagonizó uno de los momentos más comentados. Su vestido rosado cubierto de rosas le permitió crear un efecto sorpresa perfecto. Al inicio apareció envuelta en un tapado floral, luego, justo cuando la cámara se acercó, lo abrió revelando el vestido, y más adelante lo dejó caer para formar una cola dramática. Una jugada arriesgada que ejecutó de manera impecable.

“Con una pasarela sólida, un traje típico presentado de manera impecable, un desfile en traje de noche de nivel internacional, dominio del inglés y una presencia digital contundente, Inna Moll demuestra que no solo quiere la corona: está preparada para ganarla. Después de analizar cada etapa, puedo decirlo con seguridad: la próxima Miss Universo podría ser chilena, y su nombre es Inna Moll”.