"Siempre tuve que pelear con verme más delgada”, afirma Laura Prieto.

La actriz de origen uruguayo se contactó, hace más de un mes, con una transmisión en vivo por instagram del sicólogo Luis Gavilán.

Prieto se refirió a temas de la cuarentena y de la sociedad chilena. “Chile es un país sumamente superficial, súper prejuiciosos, la etiqueta altiro: ‘Cuica’, ‘flaite’, ‘esta es para presentársela a la mamá…’”, fueron algunos de sus dichos.

Opinó de los influencers de instagram, afirmando que “la gente no está en una foto en un living precioso del barrio alto o de Miami. Está en sus casas, usando la bolsita de té dos veces…”

Y también habló del peso, en referencia a como el encierro afectó los hábitos alimenticios (“La cuarentena hizo que el cuerpo a una le cambiara”, comentó) y las exigencias en cuanto imagen que deben enfrentar las mujeres en los mundos de la televisión, la publicidad y el modelaje. Estas fueron parte de sus palabras sobre este último asunto:

“He sido modelo, he trabajado en la tele y he vivido en otra época de la tele, donde te decían ‘ups, estás gordita, subiste dos kilitos, bájalos’.

Luis Gavilán: “¿Cómo se toma esa conversa interna?”

Laura Prieto: “Bueno, yo aparecí en el modelaje. Me hice conocida por ser modelo. Después estudié teatro e hice otras cosas. Pero a mí me costó mucho aceptarlo, y me cuesta aceptarlo en el día de hoy, porque yo nací con esas cosas, donde tienes que pesar tanto…

“Me acuerdo del primer certamen de belleza que fui, que yo tenía 16, 17 años. Estaba en el casting y quedé última en las seleccionadas. Y me dijeron ‘te seleccionamos porque eras la última que quedaba, pero en verdad estás muy caderona’. Yo siempre fui caderona, fui potona siempre. Y primera vez en mi vida que hacía una dieta. No tenía idea, si tenía como 17 años. Comía lechuga todo el día y después me venía el bajón y me compraba un helado. No entendía nada, si era una niña.

“Siempre quise ser modelo, estaba metida en ese switch, pero nunca en mi vida había hecho ejercicio como de ir al gimnasio. La cosa es que me presenté en ese certamen, nunca hice dieta, nada, y lo gané.

“Yo siempre tengo esa cosa. Si tengo que salir a enfrentar algo, que sé que me da miedo, o que sé que me inseguriza, yo altiro me planto como ¡pum! Esta soy yo, soy persona y me gusto. Si les gusta a ustedes, bacán.

“Pero siempre viví, después del modelaje, donde profesionalicé mi carrera, me vine a Chile y ahí el tema del peso se volvió un tema heavy. Entré en una agencia de modelos, a nivel profesional, hacía campañas para afuera, y era la ansiedad de estar flaca. Tengo que decirlo: intenté todo. Siempre fui una mujer grande, si bien fui delgada, siempre grande, con curvas, y siempre tuve que pelear con verme más delgada”.