“Y ahí tengo entendido que el productor, como tenía un elemento que no estaba funcionando, me quería sacar, según la versión de Julio”, contó Luis Sandoval sobre la época en la que trabajó en el programa Mira Quien Habla de Mega, donde Julio César Rodríguez era el editor periodístico.

Luego de que el periodista le respondiera a “JC”, “¡¿serán weones?! ¡Porque este es el programa más visto de redes sociales!”, tras la crítica que el animador le hizo primero a Que Te Lo Digo, Julio contó en su podcast que defendió a Luis para no ser despedido. Y el panelista de Zona Latina contó la historia:

“Yo me entero por Julio, porque el dueño de la productora en aquel entonces era Hugo Soto, y según Julio, Hugo me quería sacar cuando yo estaba comenzando en espectáculos. Julio llegó de editor periodístico y dijo ‘fueron varios meses que defendí a Lucho para que no lo despidieran’.

“Pero resulta que fue justamente la época en la que mi papá se enfermó, cayó hospitalizado y yo pasaba entre Mega y la clínica. Mi cabeza estaba en otra y fueron varias semanas así. Hasta que un día mi papá lamentablemente falleció, yo quedé muy mal, muy afectado y comencé a faltar al trabajo.

“Falté un par de semanas por este duelo, y el mismo día que fallece mi papá falleció el hijo de Julio. Pasan los días, estaba muy devastado, sin ganas de nada, y se enferma mi abuelita materna, y al mes que falleció mi papá falleció mi abuelita, entonces fue un shock súper grande para mí y dije ‘no quiero volver a trabajar’.

“Necesitaba un tiempo para sanar mis heridas. Y ahí tengo entendido que Hugo Soto, como tenía un elemento que no estaba funcionando, me imagino, me quería sacar, según la versión de Julio. Yo volví a trabajar, comencé a hacer estas notas humanas y me gané el apodo de ‘Luchito Lágrima’.

“En una oportunidad tuve que editar una nota y le dije al editor ‘solamente tienes que ponerle música y sacar este garabato’. Al otro día el garabato sale al aire y el jefe decide sacarme por ese garabato. Yo quedé súper mal, pero siempre fui responsable y muy querido por mis compañeros.

“Entonces mis compañeros hicieron una rebelión, que fue injusto, etc. Pasaron tres meses y ningún notero les resultó, nadie hacía notas como yo, y me tuvo que recontratar. Esa fue la historia”.