"Nací en una funeraria prácticamente, te lo juro. Y me crié ahí, por mi abuelita. Mi papá trabajaba para ella y vivimos de allegados en la casa de ella, que era la funeraria”, partió contando Iván Martínez sobre su historia de vida, donde ha convertido en un empresario con muchos millones -AQUí SU PERFIL-

El emprendedor de 44 años -que ahora protagonizará en La Red ¿Quieres Ser Mi Socio?- participó en el último capítulo de La Divina Comida junto a Cony Capelli, Sabrina Sosa y Yann Yvin. Relató cómo se inició en el negocio:

Iván Martínez: "Detrás de la funeraria estaba la casa de mi abuelita y nosotros vivíamos al fondo en unas piezas. Mi primera experiencia con los fallecidos fue a los ocho años. No sé si fueron cuatro fallecidos, pero soñé dos años con los fallecidos. Tenía pesadillas.

“Después con el tiempo me empezaron a pagar 500 pesos por cada ayuda que hacía a los choferes. Yo iba con el chofer de mi abuelita y le ayudaba a bajar el ataúd, a poner el fallecido dentro del coche, llevar la ropa, etc.

“A los 21 años me independicé y tenía una funeraria muy feíta. Nadie entraba. Entonces nació la necesidad de ir a buscar a los clientes, y ahí fui a los hospitales a trabajar de 'buitre', los que se ponen afuera de los hospitales a ofrecer servicios. Y ahí trabajé sin parar durante siete u ocho años. Todo fue muy natural, porque desde los 21 a los 27 años estuve en el Sótero, internado prácticamente, trabajando 24/7. Y ocupé una estrategia: de cien que ganaba, reinvertía noventa y me gastaba diez.

“Vivía en la funeraria, no me interesaba qué ropa vestir, me compraba ropa en la feria, lo que fuese, era bien sencillo en ese sentido. Y después, el año 2008, del estudio de mercado de las funerarias y cementerios me dicen ‘estás en tercer lugar a nivel nacional’. Tenía tres sucursales, compradas a través del banco, y vivía en la primera en una pieza, para no gastar plata en arriendo. O sea, me excedí”

Sabrina Sosa: “No dimensionabas el nivel de empresario que estabas siendo”

Martínez: “Yo creo que es la pasión del trabajo, de hacer negocios. Yo me hubiese podido jubilar hace diez años si hubiese querido, pero yo me jubilo cuando esté enfermo o cuando me muera. Es una pasión trabajar y generar negocios. Para mí es un honor hacer esto, servir en el peor momento de las personas”