Una de las principales polémicas que surgieron de la presentación de la PS5 Pro ha sido su precio. El equipo, que incluye mejoras tanto en su GPU como en su almacenamiento y que permitirá disfrutar de contenido en hasta 8K de resolución, mejorar el rendimiento de ray tracing y otras mejoras en el departamento gráfico, fue anunciada con un precio de 700 dólares, 200 dólares más que el modelo actual con disco.

De hecho, esa se ha convertido en una de las principales críticas, ya que la consola Pro de 700 dólares no incluye ni la unidad de disco, ni el stand para colocarla de forma vertical, los cuales deben comprarse por separado.

La unidad de disco no es un producto nuevo, sino que un accesorio modular que fue lanzado en conjunto con la nueva generación de versiones Slim de la PS5 lanzadas en 2023, que permitían agregar la función de lectura de discos con posterioridad. Esta función es importante no solo para ver películas, sino también para poder jugar el gran catálogo de juegos de PS4 que es retrocompatible con PS5 y cuyo rendimiento será mejorado gracias a la función de Game Boost.

Sin embargo, tras el anuncio de PlayStation, el sitio Gizmodo encontró que la unidad de discos tanto en Amazon como Best Buy ya estaba totalmente agotada, además de hallar aún pocas unidades en otros sitios. El problema es que la PS5 Pro aún ni siquiera está en preventa y sus unidades de disco ya se encuentran escaseando.

Por supuesto, esto puede obedecer no solo a la intención de comprar la consola en el futuro, sino también a los revendedores que buscarán sacar aún más dinero a quienes apuesten por comprar una PS5 Pro.

Lo cierto es que, con el lanzamiento previo de la PS5 y el mercado actual, PlayStation sabe exactamente cuál es la demanda que hay en usuarios de consolas con disco y las que son 100% digitales, por lo que se entiende que es una decisión hecha para hacer más dinero, que, por lo demás, es lo que mueve al mundo de los videojuegos.