Todos sabemos la importancia que tiene la leche para el crecimiento de los hombres y animales, por el extraordinario valor de sus nutrientes y químicos protectores.

Pero lo que a lo mejor no cachabas es que aparte de los mamíferos hay otras especies animales consideradas fuera de ese grupo que también producen secreciones para sus crías que bien pueden ser consideradas una especie de leche.

1

Palomas

Estas aves comparten las tareas parentales y a diferencia de los mamíferos, tanto los machos como las hembras producen "leche" para alimentar a los pichones. Se le llama leche de buche, y es rica en proteínas y lípidos. El buche es una bolsa membranosa que se comunica con el esófago y que es usada para almacenar y ablandar la comida antes de digerirla. Dos días antes del rompimiento de los huevos, tanto el buche del macho como el de la hembra se empieza a llenar de una secreción pastosa que los papis introducen en la boca de las crías.

2

Cucarachas

Algunas cucarachas, como la del Pacífico, alimentan a sus crías con una especie de leche. En esta especie, los embriones se desarrollan dentro de un saco de la hembra, su versión del útero, no en huevos. Y cuando a los peques se les forman las tripas comienzan a beber la "leche" producida por las células de esa matriz.

3

Pseudoescorpión

La hembra de los pseudoescorpiones, unos diminutos arácnidos, produce en los ovarios una especie de leche. Y los juevos los lleva en una estructura en forma de saco pegado a su vientre. Así, cuando los pequeños pseudoescorpiones salen del cascarón se quedan en ese depósito, donde se alimentan de la leche de los ovarios de su madre.

4

Pez disco

La leche del pez disco o Symphysodon no es para nada lechosa. Es una secreción mocosa que recubre los cuerpos de ambos sexos de este pez originario de las zonas bajas del río Amazonas, y es rica en proteínas y anticuerpos. Pocos días después de que los pequeños peces disco salen de los huevos, buscan a sus padres y se alimentan de la secreción que cubre sus cuerpos.

5

Cecilia africana

Las cecilias son anfibios, de la familia de las ranas y las salamandras, pero perdieron sus extremidades, por lo que se parecen más a los gusanos. La especie africana transforma la capa más externa de su piel en un grueso revestimiento de proteínas y grasa, una suerte de capa lechosa que las crías raspan con sus dientes para alimentarse.