Una demanda por negligencia fue interpuesta en Estados Unidos en contra del famoso "encantador de perros", César Millán, luego que no cumpliera con su compromiso de rehabilitar a un perro pitbull que presentaba una conducta violenta, y se lo entregara a una persona no preparada para recibirlo.

Todo partió en 2013, cuando el animal llamado Gus fue condenado a muerte porque representaba "un riesgo y un peligro para la seguridad de las personas", debido a su violento carácter.

Fue entonces que César Millán se comprometió a tratar al can en su centro de psicología canina, a fin de rehabilitarlo y reinsertarlo de forma segura en la sociedad. El único requisito fue que el dueño se hiciera cargo de los gastos correspondientes, algo que fue aceptado por el hombre que adoptó a Gus sin saber su pasado violento.

Pero cuando el dueño no depositó la plata respectiva le dieron el alta de inmediato a Gus y se lo entregaron a su nuevo dueño, quien no tenía experiencia alguna en el manejo de perros con conductas violentas.

El resultado no tardó en llegar, porque una amiga del dueño de Gus, la enfermera Alison Bitney, fue atacada por el can, que le desgarró parte de la musculatura de su brazo derecho y le causó varias fracturas, lo que derivó en la pérdida permanente de la sensibilidad y funcionamiento de dicha extremidad, por lo que presentó una demanda en contra del popular adiestrador.

Y la cosa no se ve bien aspectada para Millán, porque incluso la directora y el entrenador en jefe del recinto admitieron que el perro Gus no estaba listo para que lo dieran de alta.