Más que un deseo, el tomar sangre les resulta en realidad irresistible a los vampiros, según se desprende de un trabajo efectuado por científicos suecos.

Resulta que investigadores de la Universidad de Linkoping determinaron que en la sangre se encuentra un compuesto denominado "aldehído", la que le otorga un olor acre y metálico característico, y que causa que sea deseada por ciertos depredadores, entre los cuales se halla el murciélago vampiro.

Como parte de la investigación, los caperuzos suecos elaboraron una sustancia similar al "aldehído", con la que impregnaron trozos de madera.

Luego esos palos fueron puestos en jaulas de tigres, lobos y perros salvajes de un zoológico y, tal como lo esperaban los científicos, los animales no pudieron resistir el olor se lanzaron hacia los trozos de madera de una.