Tener una mascota es lo más reconfortante que una amante de los animales puede sentir, especialmente si comparten un hogar contigo.

Nuestras mascotas pueden ser beneficiosas tanto para nosotros los humanos, como nosotros para ellos, especialmente para los adultos mayores, quienes en sus últimos años de vida la soledad comienza a aparecer de manera silenciosa.

Ante esto, según indica María José Ubilla, médica veterinaria y subdirectora de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales de la Universidad de O’Higgins, las mascotas sanas y equilibradas emocionalmente entregan al ser humano una serie de beneficios.

¿Qué provocan las mascotas en las personas mayores?

Diversos estudios realizados apuntan que tener una mascota para los adultos mayores tendrían grandes efectos positivos en tres grandes aspectos que comienzan a afectar directamente a esta población al comenzar esta etapa de vida.

La médica veterinaria explica que la unión de una mascota con un adulto mayor puede producir efectos positivos a nivel psicológico, social y físico.

“Las mejoras a nivel psicológico, tales como evocar sentimientos de alegría o disminuyen la sensación de soledad, entre otros. Mejoras a nivel social: las mascotas se denominan ‘lubricantes sociales’ porque permiten que las personas interactúen socialmente. Y mejoras a nivel físico: estimulan la realización de actividades al aire libre, el realizar caminatas y jugar con los animales”.

En los casos de las personas mayores que viven solas, la Dra. Ubilla señala que “las mascotas acompañan y les dan un sentido de cuidar a otro ser vivo que requiere que la persona esté activa para realizar estos cuidados de la mejor manera posible”.

Beneficios de tener una mascota durante la tercera edad:

• Contacto físico, cariño, alegría y compañía.
• Estimula mental y sensorialmente a las personas mayores.
• Aumenta la autoestima, humor y sociabilidad.
• Velan constantemente por la seguridad y el bienestar de su dueño.
• Alertan al dueño en caso de peligro.

Junto a ello, tener una mascota ayuda a los adultos mayores a tener terapias indirectamente de manera constante:

• Tocar, acariciar o abrazar a una mascota aporta tranquilidad y reduce la frecuencia cardíaca, el estrés, la ansiedad, la tensión, la depresión, los nervios, la ira, la tristeza y la sensación de soledad.
• Reducen el insomnio.
• Ayudan a las personas autistas a mejorar sus relaciones sociales.

¿Cómo elegir a tu mascota ideal?

Por otro lado, María José Ubilla recomienda “evitar razas extremadamente activas y muy grandes, que demandan mucha actividad física fuera de casa, y seleccionar animales más bien calmos, para evitar accidentes dentro de la vivienda y poder realizar caminatas de forma pausada”.

Además, destaca que no existen razas en particular recomendadas “sino más bien animales que muestren comportamientos dóciles y calmos. Se recomienda seleccionar una mascota adecuada a la vivienda y forma de vida de la persona mayor”.