Cada año más y más personas descubren las ventajas de tener llamas como mascotas, una tendencia que se sustenta en su creciente popularidad debido a que se trata de animales tranquilos, cariñosos y que no necesitan demasiado trabajo para mantenerlos.

Un ejemplo claro de lo seductoras que pueden ser las llamas para algunos individuos lo entrega Katrina Capasso, una estadounidense de 49 años que tiene algo súper claro: "Las llamas son como las papas fritas, es difícil parar en unas pocas". Y la cosa no es broma, porque cuando se casó, en 1990, su marido le entregó como regalo de bodas su primera llama. Hoy tiene 55. "Las llamas son animales sociales y no les gusta vivir solas", explica.

Y no es la única, porque se estima que en Estados Unidos unas 115 mil llamas viven como mascotas en la actualidad.

"Las llamas son como los perros: son tus amigos", le contó a The New York Times Pam Fink, quien posee 13 ejemplares y espera la llegada de tres más a su casa en el estado de Georgia.

Y ella misma marca la diferencia con otro camélido sudamericano de un aspecto similar, pero una personalidad muy diferente: "Las alpacas son más como ovejas. No van a jugar con nosotros ni van a ser nuestros amigos".

Ventajas

Aunque los productores de lana de llama han pagado hasta 15 millones de pesos por un ejemplar de primera calidad, cuando se trata de mascotas es posible conseguirlas por alrededor de 250 lucas.

Respecto de su alimentación, se estima que en términos económicos es similar a la comida para un perro adulto, aunque estos camélidos prefieren el heno, la hierba, los minerales y los cereales.

Claro que también se deben tomar ciertas precauciones, como tener separados a los machos de las hembras, pues de lo contrario se aparean sin parar.

Y como se trata de animales que no suelen quejarse, los propietarios deben estar atentos y comprobar cuidadosamente si tienen heridas o están enfermos.

Y quienes poseen ejemplares también desmitifican eso de que estos animalitos pueden escupir a las personas, tar como lo hacen los guanacos, ya que las llamas sólo escupirán en otras llamas para establecer jerarquías sociales, pero a menos que se sientan amenazadas, raras veces escupen a la gente.

Tal vez las únicas condiciones para adquirir a una llama como mascota es buscar a un amigo cariñoso y de tierna mirada, y contar con un espacio al aire libre que le permita acoger nuevos ejemplares, porque como dijo Katrina Capasso, "las llamas son como las papas fritas: es difícil parar en unas pocas".

Picha acá para ver la galería fotográfica de llamas que publicó The New York Times.