Cada vez que tu mascota enferma es de vital importancia que sea atendida en forma rápida y oportuna por un médico veterinario en un recinto especializado como una clínica o un hospital.

Cuando nos referimos a este tema somos enfáticos en indicar que el amo de la mascota no debe esperar a que el cuadro clínico avance en el tiempo y menos realice una automedicación, y obviamente recomendamos que acuda rápidamente con su médico para instaurar un tratamiento de acuerdo a su enfermedad.

Pero qué pasaría si este problema de no brindar un servicio oportuno fuese generado por una normativa del Instituto de Salud Publica que impide contar con un adecuado arsenal de medicamentos para ir en ayuda de tus regalones, porque multará a quienes utilicen y expendan a los médicos veterinarios fármacos formulados para humanos.

Dentro de los medicamentos en cuestión y a los que no se tendrá acceso están los sueros, alcohol, povidona y ampollas para manejo de dolor e incluso anestésicos entre otros.

Ejemplos

Por ejemplo, si tu mascota sufre de deshidratación por diarreas agudas o vómitos por una transgresión alimentaria o un cuadro viral como el Pavovirus o Distemper que generan una alta mortalidad en perros, no se podrán usar insumos esenciales como sueros fisiológicos, antibióticos y ampollas para controlar el vomito, todos muy importantes para rehidratar y salvar a tu cachorro.

En el caso de perritas o gatitas a las que se les practique una cirugía de control reproductivo no podremos tampoco tener para uso clínico potentes antiinflamatorios ni desinfectantes como povidona o alcohol.

Si tu mascota es atropellada o sufre de dolor crónico menos podremos aliviar su malestar dado que no tendremos productos analgésicos para el manejo del dolor.

Esto son solo algunos ejemplos de los insumos y productos básicos que no podrán disponer las clínicas veterinarias para recuperar su salud, lo que pondrá en serio riesgo la vida de tu mascota al no poder tenerlos con facilidad.

Es de esperar que este gran tema de actualidad, y que de seguro generará mucha inquietud, pueda ser reformulado y replanteado tomando en cuenta el bien común, y así no dejar de lado importantes herramientas médicas en pos de una medicina de calidad y que va de la mano con el bienestar y la salud animal.