Si de pronto notas un cambio en el comportamiento habitual de tu gato, o si tiene actitudes extrañas de repente, no descartes la posibilidad de que se trate de la manifestación física de un estado de ansiedad o estrés.

El asunto es que las causas para que el minino llegue a ese estado son tan variadas como el miedo, un cambio en su rutina, una enfermedad o incluso la llegada de un nuevo miembro a la familia, ya sea una guagua u otra mascota.

Incluso, a estas alturas está claro que la pérdida de su amo es una fuente de gran estrés para el cuchito que quedó solo.

A continuación te daremos a conocer seis claves en las que te debes fijar para reconocer si tu gatito está o no estresado y/o ansioso.

Fíjate en esto

1

Agresividad

Un gato habitualmente plácido y afectuoso, de repente puede empezar a comportarse de forma agresiva, arañando y mordiendo a su dueño. La razón para este comportamiento puede ser síntoma de que el gato no se encuentra bien, en cuyo caso debe tener asistencia veterinaria. También puede ser causado por aburrimiento, pudiendo transformarse en destructivo además de agresivo.

2

Suciedad

Un gato que se ensucia en el piso o sobre los muebles puede sufrir algún problema de carácter urinario, que requiera tratamiento veterinario. Si, por el contrario, está sano, puede ser un claro signo de que está estresado. No hay que retarlo, gritarle o pegarle al cuchito, ya que resultará contraproducente. Hay que intentar comprender y buscar la causa de este comportamiento, para poder pone remedio al problema.

3

Compulsión

Algunos gatos responden al estrés exagerando su aseo, lamiendo y mordisqueando continuamente alguna zona determinada de su cuerpo, lo que puede originar problemas cutáneos, como dermatitis, eczemas, e incluso calvicies.

4

Lana

Entre razas gatunas que tienen su origen en oriente, como el siamés y el birmano, hay mininos que muerden obsesivamente lana u otro tipo de tejidos. No se descarta que se trata de un retorno al comportamiento infantil debido al estrés.

5

Orina

Si el regalón comienza a orinarse o marcar territorio dentro de la casa, puede deberse a un cambio en su rutina diaria o por la llegada de otro gato a la casa.

6

Tenso

Un gato con ansiedad permanecerá encogido en el suelo, pero con el cuerpo tenso y un notorio jadeo.