Tal como lo cuenta un chiste del conocido humorista Óscar Gangas en el Festival, "cuando uno anda con suerte ¡anda con suerte!".

Eso le pasó a un ciudadano de Nueva York totalmente borrachito, que tuvo la mala fortuna de caer a las vías del tren subterráneo justo cuando pasaba un carro lleno de gente.

Según la propia versión del afectado, identificado como Arshad Kahn (25), el cabro venía de un carrete cargado a las minas, a la wiscola y otras yerbas en la disco, por lo que ni se dio cuenta cuando cayó a los rieles del metro.

"No recuerdo lo que ocurrió. Estaba en el andén y lo siguiente que recuerdo es a los bomberos sacándome de las vías", indicó el joven al Washington Post.

Pero los testigos y las cámaras de seguridad vieron lo que le ocurrió al borrachito: Cerca de las seis de la mañana tropezó cerca del borde del andén y cayó a las vías, justo cuando un tren hacía ingreso a toda velocidad a la estación.

Ni los guardias pudieron ayudar al desgraciado joven. Todo el tren pasó por su encima de su humanidad, sin que el chofer alcanzara a frenar.

Milagrosamente, cuando los bomberos llegaron hasta donde estaba el cuerpo de Arshad Kahn, notaron que estaba vivo y que además no tenía ni un rasguño aparente.

El joven fue derivado al hospital, donde recibió el alta médica. "La espalda me duele un poco, pero eso es todo", explicó el suertudo cabro al diario, según consignó EFE.