Ya han pasado más de dos años desde que inició la ocupación de Rusia en Ucrania, uno de los conflictos armados más grandes de Europa en las últimas décadas. Las tropas apoyadas por Vladímir Putin no dan tregua y en las últimas semanas han logrado ganar terreno, apoderándose de importantes sectores.

Recientemente se reportó que el Ejército de Rusia logró tomar Ukrainsk, una importante ciudad en la región ucraniana de Donetsk. Una pérdida importante para las fuerzas de Volodímir Zelenski, ya que con esto se inicia el asedio del bastión de Vuhledar, en el punto de mira de Moscú desde el comienzo de la guerra.

La conquista de Ukrainsk, ciudad de poco más de 10.000 habitantes, fue confirmada en la televisión rusa por el jefe de la república popular de Donetsk, Denís Pushilin, quien junto a los blogueros militares y Instituto sobre el Estudio de la Guerra (ISW) confirmaron que las tropas rusas se encuentran ya en Vuhledar.

Según los reportes que llegan desde la zona del conflicto, las unidades rusas ya combaten en la misma ciudad contra los defensores ucranianos, que estarían retrocediendo a marchas forzadas. La ciudad en cuestión es importante para las fuerzas ucranianas, por lo que el objetivo ruso es apoderarse de ella y cercarla para evitar el libre acceso.

Este sector es de sumo interés para Putin, ya que su ejército desde febrero de 2022 que ha iniciado dos grandes ofensivas contra dicha localidad, en ambas ocasiones fueron fallidas y hubo un gran número de bajas en las filas atacantes.

El otro flanco

Vuhledar no ha sido el único lugar de ataques de las tropas rusas, ya que durante el martes se registró un ataque aéreo contra la ciudad de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania después de Kiev.

Los reportes indican que al menos 3 personas murieron mientras que otras 22 resultaron heridas en este ataque que afectó a un edificio de varias plantas, según informó el jefe de la Administración Militar regional, Oleg Siniegúbov.

La información entregada por la agencia ucraniana de noticias Ukrinform señala que fueron cuatro bombas aéreas guiadas que cayeron en cuatro distritos distintos de la ciudad de Járkov alrededor de las 15:20 del martes.

Esta ubicación ha sido blanco de reiterados ataques, ya que al estar situada cerca de la frontera se recurre a bombas aéreas guiadas, explosivos convencionales de gran potencia dotados de sistemas propios de navegación, los cuales son operados desde varios kilómetros de distancia.