Cuando se esperaba que todo estuviera tranqui tras el rescate onda Far West del presi Rafael Correa desde un hospital de la Policía Nacional de Ecuador, aún hay brasa de jaleo en la fogata.

Así lo reconoció el canciller Ricardo Patiño a apóstoles de la prensa: "No podemos cantar victoria totalmente, está superada la situación por ahora, pero no podemos confiarnos. El intento golpista posiblemente tenga unas raíces por ahí, que hay que buscarlas y extraerlas".

Es más, reportes de radios monitas señalan que aún hay policía en onda eo-eo en algunas ciudades acuatorianas.

Tampoco contribuye a calmar los ánimos el gobierno de Correa, que apunta al ex presi Lucio Gutiérrez como eventual instigador de los atados policiales.

Por eso, el "Pánzer" José Miguel Insulza, secre general de la Organización de Estados Americanos, llamó a no hacer caza de brujas.

"Lo peor que podemos hacer a estas alturas, en lugar de alegrarnos de que todas las Américas han estado sólidamente detrás del gobierno de Ecuador, es empezar a identificar enemigos entre nosotros. Esa es una cosa que, a mi juicio, no se debe hacer, y además no hay absolutamente ninguna evidencia de eso", indicó Insulza antes de reunirse con Rafa Correa en el Palacio Carondelet.

En la rayita para la suma, el ministro de Salud, David Chiriboga, entregó un reporte oficial de víctimas durante las protestas policiales: 5 muertos y 197 heridos.

Según la prensa local, los fallecidos en Quito son los polis Froilán Jiménez (29) y Edwin Calderón y el estudiante Juan Pablo Bolaños (24 años).

A raíz de los fallecidos, el presidente Rafael Correa decretó tres días de duelo nacional.