Un viajero chino intentó que su mascota, una pequeña tortuga, viajara con él en un avión, pese a las restricciones vigentes, y para ello la ocultó en una hamburguesa de pollo, informó el diario South China Morning Post.

El truco de Li fue descubierto el lunes en el Aeropuerto Internacional de Cantón, en la sección de seguridad donde los viajeros deben colocar su equipaje de mano en aparatos de rayos X.

Li colocó su tortuga dentro de la hamburguesa de un restaurante y la metió en una bolsa del local, pero no consiguió engañar a los operarios de seguridad, que se extrañaron al ver en el monitor que el sándwich tenía protuberancias harto infrecuentes, o sea, las patas de la tortuga.

Le llegó tirón de orejas, por agilado.