La vida de James y Angela Craig parecía la de una pareja ejemplar. Criaban a seis hijos en Aurora, Colorado, en Estados Unidos, y proyectaban una imagen de amor y estabilidad. Sin embargo, detrás de esa fachada, el matrimonio escondía una historia que terminaría con James condenado a cadena perpetua por el asesinato de su esposa.

Todo inició el 6 de marzo de 2023, cuando Angela comenzó a sentirse mal y, doce días después, murió envenenada.

La investigación reveló que su esposo, dentista en el centro Summerbrook Dental, había realizado búsquedas en Google como: “¿Cuántos gramos de arsénico puro pueden matar a un humano?” o “¿Es detectable el arsénico en una autopsia?”. También revisó videos en YouTube sobre cómo fabricar venenos indetectables.

Uno de los primeros indicios apuntó a un batido de proteínas preparado por Craig, consignó Bío Bío.

Las pesquisas establecieron que había adquirido cianuro de potasio y arsénico, compuestos altamente tóxicos. El socio del dentista, Ryan Redfearn, alertó a la policía tras recibir en la clínica un paquete con cianuro, lo que encendió las alarmas.

Solo buscaba quitarle la vida a la madre de sus hijos

La imagen de “hombre de familia” se desplomó cuando se descubrió que Craig mantenía una relación extramarital con Karin Cain, a quien conoció en una convención dental y que viajó a visitarlo mientras Angela estaba hospitalizada.

Los peritajes forenses confirmaron niveles altos de arsénico en la sangre de la víctima y detectaron que, incluso en el hospital, recibió una segunda dosis de cianuro.

Según la fiscalía, Craig habría vaciado cápsulas de antibióticos para reemplazar su contenido con el veneno.

Como dato, según informó People a partir de un reporte de la fiscalía, Angela le señaló a su hermana que su esposo estaba obsesionado con la pornografía, había tenido varias relaciones extramatrimoniales e incluso anteriormente también intentó drogarla. Por otro lado, estaba en bancarrota y previamente perdió 2.000 dólares jugando en Las Vegas.

Tras las rejas por el resto de su vida

En el juicio, la hermana de la víctima, Toni Kofoed, enfrentó al acusado: “Angela amaba la vida, amaba a sus hijos y, por desgracia, te amaba a ti. No podías quitarle la vida”.

ABC News consignó que este profesional de la salud dental fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional el pasado 30 de julio.

Se le condenó por asesinato en primer grado, incitación a la manipulación de pruebas, incitación a cometer perjurio e incitación a cometer asesinato.