La tradicional fiesta y marcha de música tecno de Alemania, Love Parade, se vistió de luto por culpa de una avalancha humana que mató a 18 personas y dejó a otras 80 heridas.

La tragedia se produjo alrededor de las 5 de la tarde de ayer en la ciudad de Duisburgo, donde medio millón de cristianos se juntó a bailar punchi-punchi en una vieja estación de trenes a la que sólo se podía acceder a través de un túnel.

Según testigos, el constante choque entre quienes se metían por el túnel y los que deseaban salir de la estación fue el detonante de la catástrofe.

Cuando las autoridades intentaron detener a los que trataban de entrar al festival, se formó un feroz taco en el túnel.

Por esta razón, algunos subieron a una estrecha escalera de emergencia no habilitada y se habrían caído, lo que causó el desorden y posterior estampida.

Por decisión de los organizadores y para evitar que aumentaran las muertes, miles de asistentes siguieron carreteando sin saber que afuera quedó la escoba.

DJ Dr Motte, fundador de la Love Parade, dijo que la responsabilidad era de los que eligieron un recinto cerrado para hacer el festival.

"¿Cómo permitieron que la gente sólo accediera a través de un solo túnel a los terrenos? Es un escándalo".

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