Una drástica decisión tomó el gobierno de Javier Milei, la cual se dio a conocer en las últimas horas.

De acuerdo a la información proveniente desde Argentina, la mencionada administración cerró una empresa estatal de ferrocarriles y dejó sin trabajo a casi 1.400 empleados públicos.

Esto último, según revelaron fuentes oficiales, como parte del programa para reducir el gasto público, y porque “no tenían funciones que justifiquen su existencia”.

“El Gobierno argentino dispuso el cierre de Trenes Argentinos Capital Humano (Decahf), una de las cinco empresas ferroviarias que administra el Estado. La administración de esta empresa, cuya estructura sobredimensionada duplicaba las tareas de las otras compañías estatales ferroviarias, significa un ahorro de 42.000 millones de pesos anuales”, sostuvo el portavoz presidencial, Manuel Adorni.

Además, indicó que dicha reducción se consigue con el despido de 1.388 empleados estatales y la eliminación de 23 cargos jerárquicos, los cuales cobraban en promedio entre 2 y 4 millones de pesos (2 y 4 mil dólares) mensuales.

Reducción de gasto

Eso sí, cabe aclarar que la empresa de ferrocarriles, sino que manejaba personal, los cuales ya habían sido reducidos de 1.811 a 1.388 en noviembre de 2023. Estos, restantes, ahora serán cesados de sus cargos de manera definitiva, sostuvo el secretario de Transporte, Franco Mogetta.

Además, recalcó que Decahf demandó 180 millones de dólares durante la administración de Alberto Fernández (2019-2023). Sin embargo, posteriormente la gestión de Milei declaró “en emergencia” el sistema ferroviario por su estado sin manutención.

“A través de esta empresa, el Estado se dedicaba a hacer obras públicas cuya función no estaba en el estatuto y que tenían que ver con poner en valor obras de arte en algunas estaciones de trenes que ni siquiera operaban trenes y que tenía que ver con amigos de la política”, planteó.

Además, sostuvo que se “contrataban artistas populares” en un programa de entretenimiento en el marco de la pandemia,  y se realizaban “fiestas ‘gratis’ que tuvieron un costo de miles de dólares a los argentinos”.