Un macabro caso policial remece a la ciudad de Cozad, en el estado gringo de Nebraska.

Se trata de una hecho que quedó al descubierto hace apenas una semana, cuando los cuatro miembros de una familia fueron hallados sin vida al interior de su hogar. Todos presentaban heridas producidas por arma blanca.

Según informó NBC News, las víctimas fueron identificadas como Bailey Koch, de 41 años; su esposo, Jeremy Koch, de 42 años; y sus hijos adolescentes, Hudson, de 18 años, y Asher, de 16 años.

Teoría del caso

De acuerdo con las autoridades, los antecedentes y pistas halladas en el sitio del suceso, sugieren que Jeremy habría matado a su familia antes de quitarse la vida.

¿Otro dato que respaldaría esta teoría? Según los padres de Bailey, su yerno llevaba años enfrentando problemas graves de salud mental.

De hecho, afirmaron que sufría de una depresión que ya había evolucionado a psicosis.

A través de una publicación que realizaron en Facebook, el matrimonio expresó su dolor y describieron la situación con la siguiente afirmación: “No fue Jeremy quien cometió este acto atroz. Fue una mente enferma”.

Le buscaron ayuda

Bailey Koch recurrió a la misma red social para dar cuenta de los esfuerzos que realizó para dar con un tratamiento adecuado para su esposo. De hecho, días antes de las muertes, contó que habían firmado una documentación para que éste comenzara un nueva intervención en un centro especializado en salud mental.

“Nos sentimos escuchados, vistos y apoyados”, escribió.

Fue por este motivo que los padres de Bailey aprovecharon de criticar al sistema de salud mental en Estados Unidos.

“Demasiadas mentes enfermas no tienen adónde ir. Sí, hay ayuda disponible, pero no es suficiente. Este país está en crisis porque hay muy poca ayuda disponible para abordar la crisis de las enfermedades mentales”, lamentaron en su publicación.

De igual manera, la policía local no descarta otras hipótesis, motivo por el que sigue investigando las circunstancias que rodearon los decesos.