Una pelotera de aquellas desató en Hungría un equipo de la tercera división de dicho país, luego que grabaran en patota un video porno en su propio camarín.

La califa performance se la mandaron los jugadores del Vasutas Dunakeszi, un equipo con menos brillo que zapato de gamuza, pero que a la hora de enchufarla en el ring de cuatro perillas demostraron ser más eficientes que el Barza.

Los trípodes aprovecharon de usar su vestuario como set de filmación de la película porno francesa titulada Anal Football Club.

El problema es que a dos años de haberse realizado, el video salió a luz en Internet y eso ha derivado en un escándalo que tiene la patá en el país europeo donde los dirigentes del fútbol ya están prometiendo las penas del infierno para los piedra de curanto.

Según señalaron las autoridades húngaras se ha iniciado una investigación sobre este caso para denunciar penalmente a los responsables de la “inmoralidad”.

Además de ponerle una luma por incurrir en infracciones de permisos, y sancionar a los policías que participaron como vigilantes durante el tiempo de rodaje.