Bien cara le salió la gracia a un angustiado inglés, quien a falta del cariño femenino decidió reemplazarlo por un entregado buzón, que le brindó un placentero momento.

Resulta que Paul Banett fue pillado justo cuando le hacía el amor al receptáculo de cartas, por lo que fue denunciado por los horrorizados vecinos que no podían creer lo que estaba frente a sus ojos.

Según informó la policía, el socio, que estaba con la pipa, sació sus deseos sexuales con el frío aparato luego de tener una discusión callejera con una mujer. En ese momento el orate se habría bajado los pantalones, quitándole la virginidad al buzón.

Una vecina del sector escuchó ruidos extraños y, al asomarse por la ventana, vio que se trataba del hombre que gemía, tal como si estuviera con una diosa del ring de cuatro perillas.

Obviamente, la mujer llamó a la policía, que le quitó rápidamente la inspiración. Según informó The Telegraph, el juzgado determinó que era culpable por exposición indecente y amenazas, y tendrá que pagar casi 50 libras (47 mil pesos) a la mujer, y 150 libras (142 mil pesos) por las costas del jucio.