Fue el acontecimiento social del año, aquí, en Gran Bretaña y en la Quebrada del Ají: el príncipe Guillermo y la plebeya de lujo Kate Middleton se casaron a todo trapo en la abadía de Westminster.

La boda recordó a muchos la de los padres de Guille, el príncipe Carlos y lady Diana Spencer, acontecimiento global del 29 julio de 1981.

Claro que el casorio del cabro con su escocesa de pelo oscuro tuvo menos de cuento de hadas que el de sus papis.

Lo de los nuevos duques de Cambridge tuvo más de acontecimiento farandulero, dada la ralea de los invitados, muchos rostros del espectáculo y del deporte.

Entre ellos, el actor Rowan Atkinson (Mister Bean), el cantante Elton John, el pelotero David Beckham, su esposa y la ex Spice Girl Victoria, el nadador Ian Thorpe, entre otros.

En total, una lista de 1.900 invitados, donde también hubo espacio para "los british de abajo". Es que Kate invitó a carniceros, verduleros, carteros, mozos, todos de su pueblito natal: Bucklebury.

Pero quien se robó la película en el cocido fue la hermanita de la novia: Pippa.

La cabra, enfundada en un vestido color marfil, llamó la atención por sus piernas que le llegaban hasta el suelo y con todas sus cositas mejor puestas.

Fue la mejor dama de honor en la historia de Westminster: rostro hermoso y un patio trasero amplio y bien tenido.

LA CUÑADITA MÁS RICARDA DEL REINO

Philippa Charlote Middleton es una socialité de renombre, conocida por hacer tremendas fiestas y desfiles de moda. Tras ser dama de honor en el casorio de su sister, le han llovido contratos y pretendientes. Tanta es la fama de la cabra, que una editorial le adelantó millones de libras para que escribiera un libro. ¿De qué? De cualquier lesera, total la cabra tiene el toque de Midas.