Los japoneses nos soprenden día a día. No sólo producen buenos autos, comida rica y series animadas que nos dejan lelos, los robots son uno de los productos más complejos que muestran al mundo. La última joyita que vio la luz llega a dar escalofrío: Actroid-F. Se trata de una humanoide idéntica a una minoca... si hasta dan ganas de coquetearle.

La japonesita habla y responde a estímulos sonoros de su creador. Afirma y niega con su cabeza, también emite sensaciones a través de movimientos faciales programados mediante un computador. Según algunos entendidos, se trataría del primer androide de la historia.

El robot no sólo da escalofríos por su realismo, también porque es el primer producto que responde a estímulos de naturaleza humana. Quizás este es el primer paso para una nueva era en la historia contemporánea, algo muy cercano a lo que imagino Isaac Asimov imagino para el futuro del planeta.