Lo que era un secreto a voces en Brasil, ayer se confirmó: el presidente Jair Bolsonaro tiene coronavirus.

Sí, el mismo mandatario que ha ninguneado la pandemia y catalogado al bicharraco como una "gripecita", dio positivo en el examen PCR y comenzó a ser tratardo con hidroxicloroquina y azitromicina.

Pese a ello y a la fiebre presentada, Bolsonaro no quiere dar paso atrás en su cantinela y aseguró en rueda de prensa que "estoy bien, soy normal, en comparación con ayer, estoy muy bien. Incluso estoy dispuesto a dar un paseo, pero, debido al consejo médico, no lo haré".

"Duriño". Y si bien no salió de su casa, Bolsonaro no encontró nada mejor que "demostrar" que se encontraba saludable, sacándose la mascarilla.

Gesto que el doctor Sebastián Ugarte de la clínica Indisa condenó de inmediato.

"La mascarilla se usa más para proteger a otros de la enfermedad más que para protegerse a sí mismo. Si él ya sabía que tenía coronavirus, no debió quitarsela", afirmó a La Cuarta.

Luego agregó que "no por el hecho de que se sienta bien, deja de contagiar. Por lo que su gesto no sólo falta a la norma, también es peligroso para quienes se encuentran allí".

¿Se agravará?

Tal como se oficilalizó, Bolsonaro ya está siendo tratado con algunos medicamentos, pero el doctor que también es panelista de TVN aseveró que "hay un estudio francés que entregó buenos resultados para la hidroxicloroquina y azitromicina, pero hay otros donde se estimó que existe riesgos de arritmia para los pacientes, por lo que aún no está comprobada su eficiencia".

Por último, Ugarte concluyó que "el presidente Bolsonaro, al igual que todos los enfermos de coronavirus, posee un 4 ó 5 por ciento de posibilidades de presentar un cuadro grave en los próximos días, por lo que debe estar atento".