La mejor venganza: leyó en el altar los mensajes de infidelidad de su prometido

En vez de decir sus votos, una novia australiana decidió dejar en evidencia a su prometido ante todos los invitados que estaban en la iglesia. "Con cada palabra, más rojo se ponía", declaró ella.

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Y en el caso de esta novia australiana, no cabe duda de que se tomó su tiempo para devolverle la jugada a su prometido infiel.

Según indica el reportaje publicado por VICE, fue durante la noche previa a su boda cuando Danielle Colley descubrió que el hombre de su vida, con quien llevaba seis años de noviazgo, le ponía los cuernos con otra mujer.

"Estaba con mis mejores amigas en una deslumbrante habitación de hotel. Mi teléfono sonó desde el otro lado de la habitación y me abrí paso con un vaso en la mano para ir a buscarlo", contó la novia a la reportera Danielle Colley.

"El mensaje era una serie de capturas de pantalla de un número que no reconocí. El mensaje adjunto simplemente decía: "Yo no me casaría con él. ¿Tú sí?'".

Devastada

Las capturas de pantalla mostraban una serie de textos que el prometido de Casey, Alex, le había enviado a otra mujer:

"Tu cuerpo es increíble, y vaya que sabes cómo usarlo. Desearía que mi novia tuviera la mitad de las habilidades que tú tienes", decía uno de los mensajes. "No puedo dejar de pensar en L, S, cogiéndote', lo cual es algo ambiguo, lo admito, pero definitivamente suena pervertido".

Casey dice que rompió en llanto mientras sus amigas le insistían en que cancelara la boda y cortara con él en el acto. Pero Casey no quería cancelar la boda. Ella quería venganza y decidió llevarla a cabo de la forma más inesperada.

Humillación pública

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Ella explicó que fingiría que todo estaba bien y "continuaría con la boda como se esperaba". Ella recuerda el momento en que caminó por el pasillo con su vestido de novia, llegó al altar y volteó para mirar a todos los reunidos ahí para la ceremonia.

"No habrá boda hoy", anunció. "Parece que Alex no es quien pensé que era".

Dicho esto, Casey soltó el ramo de flores, dejando al descubierto el teléfono en su mano, y comenzó a leer todos los mensajes que Alex le había escrito a su amante.

"Leí todos los mensajes que ella me envió", declaró. "Con cada palabra, más rojo se ponía Alex".

Humillado en público, el novio guardó silencio, se levantó y salió del lugar con su padrino, mientras que Casey le explicaba a sus invitados que "hoy no habrá una recepción de boda, en lugar de eso habrá una celebración de la honestidad, la búsqueda del amor verdadero y el seguir a tu corazón, aun cuando duela".

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