Una polémica inmensa se desató estos últimos días en Inglaterra, luego que la justicia toffe dejara sin efecto una sentencia de seis meses de cárcel en contra de la niñera de 21 años, Jade Hatt, acusada de haber mantenido relaciones sexuales con un menor de 11 años.

La insólita decisión del juez británico que le bajó el pulgar al castigo efectivo para Jade, se fundamentó en que el menor era bastante maduro para sus años y la mujer, especialmente inmadura para su edad.

Algo que también corroboró el papá del niño, quien también justificó a la niñera en la corte señalando que su hijo estaba "plenamente dispuesto" para la experiencia y "para nada afectado" por la situación. "De hecho, seguramente la verá como una marca (de victoria) para su cinturón", soltó el hombrón, quien en el pasado también había mantenido relaciones con la niñera.

El caso no tardó mucho en encender las alarmas entre las organizaciones protectoras de menores y de igualdad de género en Inglaterra, quienes abiertamente han criticado el accionar de la justicia local por considerarlo altamente machista y fuera de todo sentido común en la protección integral de los menores, sean estos hombres o mujeres.

"Los comentarios del juez en este caso envían un mensaje completamente equivocado (...) Confirma una idea común en la sociedad de que el abuso de un niño por una mujer es de alguna forma menos grave que el abuso de una niña por parte de un hombre", fue la airada reacción de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad con los Niños (NSPCC).