Lo que para muchos podría ser un regalo caído del cielo se transformó en un dolor de cabeza para una monjita escocesa, luego de recibir de herencia un prostíbulo. Todo partió hace 55 años, cuando la ahora religiosa nació en Escocia luego de una aventura de su madre, que trabajaba en un circo, y quien decidió abandonarla en un orfanato cristiano para que la dieran en adopción.

En todo este tiempo ambas jamás tuvieron contacto, por lo que la sorpresa fue mayúscula para la monjita cuando supo que, por ser la única pariente viva de la mujer, había heredado una importante participación en un concurrido prostíbulo en la región austríaca de Estiria.

Lejos de caer en tentación, la religiosa decidió hacer una buena obra, por lo que vendió de una su parte del negocio y donó esa plata a un proyecto humanitario que se desarrolla en India. Esta increíble historia partió hace un tiempo, justo tras la muerte de la ex artista circense identificada sólo como Linda K.

Ahí sus abogados cacharon que tenía varios bienes, pero no herederos, por lo que contrataron los servicios de un experto en genealogía. El compadre fue desenredando la madeja hasta que dio con el paradero de la monjita, quien reside en un convento ubicado cerca de la ciudad de Glasgow.