La joven de Bogotá, asegura estar enamorada de un bus del TransMilenio, vínculo que la ha llevado incluso a casarse con el vehículo.
En Bogotá, Colombia, una historia de amor muy poco convencional ha capturado la atención de miles de personas: Yeline Lisbeth Patiño, una joven de 27 años, ha hecho pública su relación con un bus del sistema de transporte público TransMilenio, el F60, y asegura que están “casados”.
Esta sorprendente historia, compartida en un video que casi llega al millón de visitas, ha dejado a muchos con la boca abierta, preguntándose cómo un ser humano puede enamorarse de una máquina.
Desde pequeña, Yeline experimentó una atracción inexplicable hacia los vehículos y aunque en su niñez se sintió cautivada por un bus intermunicipal, fue en 2000 cuando su “amor platónico” por los buses rojos del TransMilenio comenzó a tomar forma.
Cuando se mudó a Bogotá, la joven pudo por fin conocer a los vehículos que tanto había admirado desde la televisión. Sin embargo, fue en 2022 cuando se enamoró del F60, un bus con el que construyó una relación.
“Yo me he enamorado de hombres, he sido muy enamoradiza, he tenido mis relaciones, pero siento que esas personas no lo darían todo por mí, como yo lo daría por ellas”, relató en entrevista con el tiktoker José Ramírez.

El amor de Yeline por el bus fue tan fuerte que decidió casarse con él. Con la ayuda de su familia y una amiga, organizó una boda con todos los detalles: un anillo de compromiso, un certificado de matrimonio y hasta una fiesta con pastel.
“Cuando cumplimos mes o algo y me encuentro con alguien vendiendo en Transmilenio yo siento que es un detalle. Obviamente, yo sé que no, pero... no hay otra manera, ni modo que me regale algo”, expresó.
Yeline se comunica con el bus a través de la música, siempre escuchando canciones románticas mientras lo visita a diario.
“Por eso siempre voy con mis audífonos escuchando música romántica. Yo sé que él no habla, yo sé que no tiene alma”, explica.
Su relación, aunque un tanto solitaria, la hace feliz. De hecho, ha intentado trabajar en TransMilenio, pero no se acostumbró al horario nocturno de limpieza. Sin embargo, su devoción hacia el F60 no tiene límites: lo abraza a través de las puertas del bus y defiende su “pareja” de cualquier daño.
“Una vez rompieron la puerta de mi F60 y yo me enfrenté a esa persona. No me gusta que le hagan daño, siento que defenderlo es mi deber para con ese amor, es como ser una buena novia. Lo que tú pienses con una pareja, con un hombre, así mismo lo siento yo”, reveló.

Como en muchas relaciones, la joven señala que también ha tenido que aprender a lidiar con los celos cuando otras mujeres toman el bus.
Finalmente la joven agradeció a las autoridades que cuidan del sistema de transporte. “Están cuidando el tesoro más grande de mi vida, lo amo”, señaló.
A pesar de su relación con el bus, Yeline no cierra la puerta al amor humano, ya que confesó que está “a la espera de que un hombre aparezca en mi vida y yo sé que la F60 quería eso para mí... es lo normal, que yo me case, que tenga un hijo, pero las personas son muy malas”.