La brasileña Inah Canabarro Lucas falleció esta semana a los 116 años, y el título de la persona más longeva del planeta recae ahora en una jubilada inglesa de 115 años.
El mundo ha perdido a su persona más longeva. Medios internacionales informaron esta semana el fallecimiento de Inah Canabarro Lucas, una monja brasileña que vivía en un convento y que había alcanzado la impresionante edad de 116 años.
Con su muerte, el título de persona viva más longeva del mundo ha sido oficialmente otorgado a la británica Ethel May Caterham, de 115 años, según confirmó la agencia AFP y certificado por el Grupo de Investigación Gerontológica (GRG) y LongeviQuest.

Una vida de más de un siglo
Ethel May Caterham nació en 1909, en Hampshire, Inglaterra, y actualmente reside en una casa de reposo en Surrey, donde celebró su cumpleaños número 115 en agosto de 2024.
A lo largo de su vida, Ethel ha experimentado una serie de sucesos históricos que han marcado la humanidad. Guerras, revoluciones, avances tecnológicos y transformaciones sociales, son solo algunos de los momentos que la británica ha guardado en su longeva memoria.
Durante su juventud, trabajó como cuidadora de niños en India, y posteriormente contrajo matrimonio con Norman Caterham, un militar británico con quien tuvo dos hijos, ambos ya fallecidos.
Norman, su esposo, murió en 1976, dejando a Ethel May viuda desde hace casi medio siglo.
Una de las anécdotas más comentadas de su vida es que condujo su automóvil hasta los 97 años, una muestra de su independencia y vitalidad incluso en edades muy avanzadas.
Pero eso no es todo, ya que en sus 115 años de vida, Ethel ha visto pasar seis monarcas del Reino Unido: Eduardo VII, Jorge V, Eduardo VIII, Jorge VI, Isabel II y Carlos III. Este último le envió una carta personal en su último cumpleaños, en la que celebró el hecho como un “hito verdaderamente notable”.

En una breve declaración a la BBC, Ethel reflexionó sobre su longevidad con humildad y sencillez.
“No sé por qué hay tanto alboroto, aunque he tenido un día estupendo. Mi secreto es nunca discutir con nadie, escuchar y hacer lo que me gusta”, dijo.
Con la muerte de Inah Canabarro Lucas, reconocida por su vida dedicada a la fe en Brasil, el foco se vuelve ahora hacia Caterham, se ha convertido en símbolo de resistencia y testigo viviente de más de un siglo de historia global.
Su historia recuerda que la longevidad, más allá de los récords, está hecha de momentos sencillos, determinación y una actitud positiva hacia la vida.