
Convencido de que su cachupín fox terrier regalón había muerto en una pelea con los perros de su vecino, un alterado neozelandés liquidó a balazos a los 33 canes de la casa de al lado.
Russel Mendoza entró armado junto con un compadre a la propiedad de Rowan Hargreaves, en la población de Wellsford de la Isla Norte, y obligó al dueño de casa a firmar un documento que lo autorizaba a pitearse a sus coludos, a los que exterminó con un rifle calibre 22 y una escopeta calibre 12.
Sólo se salvaron ocho crías que se fondearon con susto.
Imperdibles
Lo último
hace 8 min
hace 16 min
hace 23 min
hace 34 min
hace 57 min
Lo más leído
1.
2.
4.
5.



















