Esto ocurrió en Madrid, España. Durante meses Isaac L.T., un joven de apenas 18 años, sufrió el acoso de una pandilla sólo por el hecho de tener el síndrome de Asperger. Todo finalmente acabó el pasado miércoles 14, aunque de la peor manera posible…

Esa noche, cuando salió de su casa Isaac se percató de que cuatro tipos lo perseguían. Eran miembros de la pandilla que solía caerle encima, como consignó el diario El Mundo: los denominados Dominican don't play.

Isaac, un rapero que soñaba con la idea de iniciar una carrera musical bajo el pseudónimo de Little Kinki, había dejado su domicilio ese miércoles precisamente para reunirse con un amigo, quien se encargaría además de grabar un videoclip de reggaetón para sacar adelante su ambicioso proyecto.

Se encontrarían en Menéndez Pelayo, a la salida de un túnel. Pero Isaac no llegó a cruzarlo.

"Me dijo que le estaban persiguiendo cuatro personas. Le dije que corriera hacia el metro de Menéndez Pelayo donde habíamos quedado y de repente escuché un 'ay'", relató su amigo, con el que hablaba por teléfono cuando ocurrió la tragedia.

"Yo quise creer que eran puñetazos, pero sonó como que eran puyadas [puñaladas]. Después solo escuché ruido", completó el terrible relato.

Fue la última vez que escucharon con vida a Isaac, que recién había cumplido la mayoría de edad en junio.

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Por tener Asperger

La policía nacional española investiga los hechos para identificar a los responsables. La información preliminar es que se trató de una emboscada que protagonizaron cuatro sujetos, parte de esta pandilla, y uno de ellos lo apuñaló en la espalda cuatro veces, hasta la muerte.

Luego se retiraron del lugar en un monopatín eléctrico. No robaron nada, sólo le dejaron ahí, agonizante.

Los médicos que llegaron hasta el lugar intentaron reanimarlo por más de media hora, pero no hubo respuesta. A las 21.50, Isaac fue declarado muerto.

"Isaac tenía Asperger y esquizofrenia y los DDP la tenían tomada con él por ese motivo desde hacía mucho tiempo. No le dejaban en paz, le insultaban, iban a pegarle... Él no era tonto y se defendía, pero le vacilaban y fueron a molestarle y a por él varias veces", aseguró un cercano a la víctima.

"Era el niño de mamá. Se había quedado huérfano hace poco y se ocupaba de su madre. Tenía una hermana mayor, pero ya está independizada y haciendo su vida", agregó.

Por este motivo, Isaac nunca le contó a su madre sobre esta clase de abusos que padecía. Con una discapacidad reconocida del 48%, buscaba cuidarla a ella, que también sufría una enfermedad en sus piernas.

Con la pensión de orfandad y las ayudas que recibía por su discapacidad, ambos podían sostenerse. Así, la madre quedó sola, sin ingresos y sin siquiera poder costear el entierro del joven. Situación de la que finalmente se hizo cargo el ayuntamiento español.

"Era demasiado buena persona para acabar así. Siempre se desvivía por su madre y por su gente", sostuvo Andrea, una amiga.