Unos recién casados ingleses son tan obesos que no pueden trabajar y reciben unos $3.000 dólares al mes de pensión asistencial.

Steve Beer, de 45 años, pesa 197 kilos y su compañera Michelle Coombe, de 43 años, 146. Son de Plymouth, Devon, en Estados Unidos, donde el 60% de los adultos tienen sobrepeso.

El gordito lleva cinco años sin trabajar y vive confiando en que dos veces al día llegarán cuidadores para limpiarlo y vestirlo. Lo único que tiene que hacer es mantener su peso y dejar que los contribuyentes sigan pagando por él.

La pareja fue filmada por los creadores de un documental llamado "Beneficios: demasiado gordo para trabajar", que trata de los solicitantes de prestaciones que reclaman que su peso los invalida.

Igual los gorditos trataron de bajar de peso para que los trajes de boda les quedaran a la hora del casorio, pero no les resultó mucho y entre ambos sólo bajaron un kilo y medio.

La pareja se encuentran entre las 12.000 personas que recibieron el subsidio por discapacidad el año 2014 debido a que tienen enfermedades metabólicas (obesidad, diabetes y presión arterial alta).

El Departamento de Pensiones y Trabajo aseguró que no era el sobrepeso lo que los hacía candidatos para la pensión, sino que las secuelas que les genera a largo plazo.