MOSCÚ, 15/04/09.- Ni el más incrédulo de los compipas iba a imaginarse la mansa sorpresa dentro de los pulmones de un compipa. Eso hasta hace poco, porque un paciente de 28 años, identificado como Artyom Sidorkin, un rusoski que le costaba respirar fue al centro asistencial para cachar qué le pasaba.

Los médicos le hicieron varios exámenes, incluso ya tenían pensado que el mal que le afectaba al cabro era un cáncer pulmonar. Sin embargo, toda la mecánica presentada para aliviar el dolor de Artyom se fue a las pailas al percatarse de que tenía alojado un pino... sí, leyó bien, un pino dentro de su organo respiratorio.

Los galenos, sorprendidos ante el panorama decidieron operar de inmediato y extirparon el arbolito que tenía las hojitas perennes verdecitas.

"Parpadeé tres o cuatro veces, y pensé que estaba viendo visiones", asegura Vladimir Kamashev el especialista que analizó la biopsia. "Entonces llamé a mi ayudante para que echara un vistazo". Quedaron locos ante el curioso hallazgo.

"Los médicos me dijeron que mi tos sanguinolenta no estaba provocada por enfermedad alguna, eran las agujas del pino pinchando los capilares. Lo cierto es que me dolía un montón, pero nunca llegué a sentir la sensación de tener un objeto extraño dentro de mi", dijo el sujeto con complejo de tierra de hoja.

Los facultativos piensan que el muchacho pudo haberse tragado la ramita y ésta sacó solita raíces para intentar sobrevivir dentro del cuerpo del afectado.

Agencias