Un sujeto que asesinó a los padres de su exnovia prefirió ese tipo de condena en vez de la silla eléctrica o la inyección letal.
Brad Sigmon, condenado por un doble asesinato en 2001, será ejecutado en Carolina del Sur este viernes por fusilamiento, opción que eligió frente a la silla eléctrica y la inyección letal.
De ejecutarse este tipo de pena de muerte, decidida luego de que Sigmon mató a lo padres de su exnovia, será el primer fusilamiento en Estados Unidos en más de 15 años.
El pasado miércoles, un Tribunal Supremo rechazó la apelación que intentó revertir la pena capital, mientras que la medida se concretará tras un nuevo impulso de ese tipo de condenas en Carolina del Sur.
Previamente, la inyección letal era el método preferido de ejecución en el estado, pero las penas de muerte habían quedado paralizadas desde 2011, debido a los problemas que el estado tenía para acceder a los medicamentos requeridos para las inyecciones, ya que las compañías farmacéuticas enfrentaban presiones para no proveer los insumos para las ejecuciones. Sin embargo, todo cambió tras una ley que resguarda la identidad de los proveedores.
Los abogados de Sigmon, en tanto, explicaron que su cliente eligió el método debido a los incidentes que se han registrado con las inyecciones letales, pero aún así su decisión no es informada y las autoridades no han cumplido con entregar información básica.
“Tiene derecho a elegir, pero no es una elección informada”, dijo Gerald “Bo” King, uno de los abogados de Sigmon. “Mi frustración es que estamos en un mundo en el que tiene que elegir entre ser electrocutado, envenenado o baleado, y ni siquiera podemos obtener los datos más básicos que uno querría para tomar esa decisión”, agregó.
Consideren que cinco estados de EE.UU. permiten el método de fusilamiento e Idaho está a punto de convertirlo en su principal forma de ejecución.
En ese sentido, algunos legisladores argumentan que el método es más rápido y efectivo, aunque sus críticos lo califican de “bárbaro”. Todo esto mientras diversos movimientos siguen impulsando que sea derogada la pena de muerte en el país.
Desde los tiempos de la colonia en el Siglo 17, al menos 144 personas han sido fusiladas en Estados Unidos, casi todas en Utah. La última ejecución de este tipo ocurrió en 2010.