Este domingo se reportó que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció en un accidente de helicóptero.

La aeronave se dirigía hacia la ciudad de Tabriz, después de que el líder de Teherán visitara la frontera con Azerbaiyán a raíz de la inauguración de las represas de Qiz Qalasi y Khodaafarin.

Según reportaron los medios estatales, no se encontraron “signos de vida” en los restos de la aeronave.

En ella iban también miembros de su equipo y el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian.

Tras el accidente, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, decretó cinco días de luto público.

Quién era Ebrahim Raisi

Tenía 63 años y era conocido por tener una tendencia política ultraconservadora.

Raisi era cercano a las ideas de Jamenei y en 2021 se había convertido en mandatario.

Esas elecciones fueron ampliamente cuestionadas, en medio de un escenario en el que las tensiones en Medio Oriente estaban creciendo.

Durante su periodo en el poder se hicieron múltiples protestas en contra del gobierno, las cuales tuvieron su punto álgido en 2022 y se extendieron a raíz de la guerra entre Israel y el grupo militante palestino Hamás.

Previamente, se le había relacionado con ejecuciones de presos políticos y Estados Unidos lo había sometido a sanciones.

Al igual que su padre, quien era clérigo y murió cuando él tenía cinco años, Raisi intensificó su cercanía con la religión cuando era un adolescente.

Por esa época, comenzó a ir a un seminario de Qom impulsado por la fe musulmán chiita y participó en protestas en contra el Sha, quien fue derrocado en 1979.

Después de ese periodo, encontró un puesto en el poder judicial y ejerció como fiscal mientras era formado por el ayatolá Jamenei.

Entre los cargos que ocupó a lo largo de su trayectoria también están el de jefe de la Organización de Inspección del Estado, primer jefe adjunto del poder judicial y fiscal general de Irán.

Pese a que en 2017 se había presentado a la presidencia, perdió contra su rival Hasán Rouhani.

Sin embargo, en 2021 pudo conseguir el apoyo para obtener el cargo.

Para esa instancia, su campaña se centró en un discurso de lucha contra la corrupción y la crisis económica que Irán sufrió con su predecesor.

Aunque algunos lo veían como posible sucesor de Jamenei, Raisi era criticado porque ese le acusó de participar en ejecuciones masivas de presos políticos en la década de 1980.

Según se denunció, era miembro del “Comité de la Muerte”, un grupo de jueces que en 1988 emitió —de forma silenciosa— sentencias de muerte contra unos 5.000 reclusos, según datos de Amnistía Internacional rescatados por la BBC.

En este sentido, se asegura que “volvieron a juzgar” a presos que ya cumplían condenas por sus actividades políticas.

Por su parte, desde Irán han negado que aquello haya ocurrido, mientras que Raisi nunca profundizó en su rol dentro de esas acusaciones.