Un libro lanzado ayer sobre la vida del dictador otto Adolf Hitler mientras estuvo preso en 1927, confirmó lo que hace muchos años era un rumor: tenía un solo coquimbano en la frutera.

La obra titulada “Landsberg am Lech, 1923/24”, cuenta cuando Hitler estuvo prisionero en 1923 luego de un golpe de estado fallido, por lo que antes de entrar a su celda, un médico lo revisó completito y lo escribió en su informe médico.

“El preso número 45 (Hitler) se encuentra en buen estado de salud y padece de criptorquidia del lado derecho”, señala el citado informe.

Una de las más posibles teoría de como perdió su canica derecha es que le explotó una granada mientras combatía en la 1° Guerra Mundial, dejándolo con voz de pito.