El 8 de junio de 1908 nació, en la localidad brasileña de São Francisco de Assis, la hermana Inah Canabarro Lucas, quien a sus 116 años se convirtió en la persona más longeva del mundo.

Aunque su familia asegura que la religiosa nació en realidad en mayo de 1908, y su registro solo fue validado dos semanas después, la nueva marca fue confirmada tras el fallecimiento de la japonesa Tomiko Itookaen diciembre de 2024.

Dedicando su vida al servicio religioso y la educación, la hermana Inah ingresó al internado Santa Teresa de Jesús a los 16 años y dedicó su carrera a la docencia a partir de 1930 como profesora de portugués y matemáticas en Río de Janeiro.

“La longevidad de la hermana Inah es una inspiración. Su historia conecta generaciones y muestra la fortaleza del espíritu humano”, valoró Fabrizio Villatoro, presidente de América Research en el portal LongeviQuest, quienes ratificaron el hito de la religiosa brasileña..

Durante su carrera, la hermana Inah trabajó reforzando los lazos culturales entre Brasil y Uruguay, trabajando con bandas musicales escolares en comunidades de la frontera entre ambos países.

Más allá de su labor, la religiosa es una reconocida hincha del equipo Internacional de Porto Alegre, quienes celebran cada uno de sus cumpleaños. “Soy una verdadera colorada. Soy del Internacional porque es el equipo del pueblo. Es blanco, es negro, es rico, es pobre, es católico. ¡Es del pueblo! ¡Todos tenemos derecho a un ocio saludable!”, valoró la monja sobre su afición por el club.

“Hincha que supera en un año la edad del Clube do Povo, siempre ha llevado -y sigue llevando- los colores del Inter con orgullo en su rutina”, destacaron por su parte desde el equipo.

Actualmente la hermana Inah recibe los resguardos necesarios que requiere su edad y, hace un par de años, cuando cumplió 110, el Papa Francisco le otorgó una bendición apostólica para remarcar no solo su importancia dentro de la Iglesia Católica, sino que también su labor durante décadas.