Ana, una chicoca belga de 11 años, entrena a su vaca “Fleur” como si fuera un caballo. Desde hace un año que practica a diario con el animalito para que salte obstáculos de carrera, tal cual lo haría un pingo de equitación.

Entre la docena de vacas que hay en su finca familiar, “Fleur” fue la regalona y la escogida para que Ana le enseñara estas piruetas. Primero, la niña le ayudaba con sus propias manos para que la vaca saltara las barras. Pero al pasar el tiempo, la vaca comenzó a saltar sola como una plumita los obstáculos.

Ana se inspiró para hacer estas destrezas en la joven alemana Regina Mayer, quien al no tener un caballo para poder competir, entrenó a su vaca Luna para poder brincar en ella como toda una jinete.

La vaca de Ana ya es toda una experta y salta más de 80 centímetros, pero ella no pierde la esperanza de que pueda saltar mucho más.