Cuando ocurre una emergencia, cualquier persona con dos dedos de frente piensa al toque en sus familiares. Obvio, pues la sangre tira más que nada y nadie quiere que le pase nada a un ser querido, ¿no?

Sin embargo, no todos piensan igual y así lo demostró el locateli Walter Serpit, un gringo fanático del copete que dio la vuelta al mundo tras sus extrema acción luego de que un incendio consumiera su casa, en Georgia.

Así de cuático, pues cuando el compipa vio que las llamas destruían su viviendo, lo primero que se le vino a la cabeza fueron las cervezas que tenía guardadas heladitas en su refrigerador lista para hacerles chupete.

Por lo mismo, el arriesgado sujeto, que tiene atados con el alcohol desde hace un tiempo y que usa u bastón para caminar, se las dio de superhéroe y atravesó el fuego hasta llegar a la cocina, donde seguían intactas las latas de chelita.

"Les dije que sacaran a los niños y todo lo demás pero yo, siendo un alcohólico, traté de ir por mi cerveza ¿Sabes?", le soltó sin asco Serpit al canal 9 de la estación local de ABC.