Cómo dormir placenteramente en verano ante el calor

El verano es una de las épocas más esperadas durante el resto del año, pero también la que más caos genera con el calor y las altas temperaturas. Hay quienes dicen que verano es sinónimo de vida, y es cierto, que los días son más largos, hay más horas disponibles con luz solar para disfrutar al aire libre, practicar algún deporte o simplemente pasear y desconectar de la rutina del día a día.
Aunque es cierto, que el verano es ese momento épico donde siempre hay nuevas anécdotas que contar e incorporar a la historia de cada año, a veces las noches se hacen más pesadas a la hora de dormir y conciliar el sueño. Sobre todo, en los hogares donde no hay aire acondicionado o por recomendaciones de salud no se enciende en las horas de sueño. Conciliar el sueño puede ser una tarea complicada cuando no entra ni un ápice de viento por la ventana, pero existen formas de relajarse antes de dormir para desconectar y mandar al cerebro la señal de que llega el momento del descanso.
Leer es sin duda una de las opciones más recomendadas, porque aleja al cerebro de estímulos visuales y audiovisuales y le permite conectar consigo mismo imaginando a los protagonistas de la historia. Las plataformas de streaming son también una gran idea para engancharte cada noche a un capítulo. Y hay quienes optan por la diversión antes de dormir, como en las apuestas deportivas, que te permite acabar el día informándote sobre tu equipo favorito y dejando que los índices cambien mientras duermes.
Crea el escenario perfecto para dormir
Expertos confirman que dormir tapados con una sábana, incluso en la temporada de verano de altas temperaturas, ayuda a regular la temperatura corporal, lo que se traduce en una optimización de la calidad del sueño. Y es que, está científicamente comprobado que el cuerpo recibe la sensación de estar tapado como una protección, lo que favorece la relajación corporal y mental, impulsando la estimulación sensorial y acelerando el proceso de quedarse dormido.
Un estudio de la revista científica “Fronteras de la Neurociencia”, recoge que la temperatura ideal para que el ser humano pueda dormir plácidamente en los meses de verano y de altas temperaturas varía entre los 19 y los 21 grados centígrados. Una cifra complicada de conseguir en una noche cualquiera, de no ser por el uso del aire acondicionado; que no solo incrementa significativamente la factura mensual de la luz, sino que en varias ocasiones acentúa la tos y los resfriados.
En verano no se trata tanto de dormir muchas horas, sino de dormir bien. Y para ello es necesario crear un entorno acogedor para descansar.
Cómo hacer frío el dormitorio sin aire acondicionado
Lógicamente el ventilador es el nuevo mejor amigo y el gran aliado de las personas en verano. Pero, realmente el ventilador no enfría ni baja los grados de temperatura de la habitación. Se recomienda utilizar sábanas 100% de algodón transpirables, que sean finas y ligeras al tacto cuando se tumba.
La ventilación del dormitorio es imprescindible, pero al contrario de lo común en invierno, se debe abrir la ventana nada más despertarse. En verano la ventilación debe hacerse a primerísima hora del día, cuando el sol aún no irradia calor; o en su defecto, en el último tramo de la tarde cuando ya ha caído el sol. Es la única forma de no añadir más calor al dormitorio y que parezca una sauna a la hora de dormir.
Suena un poco a locura, pero recomiendan meter las sábanas limpias o nuevas diez minutos en el congelador antes de hacer la cama, en las horas previas al irse a dormir. Sobre todo, si se hace a última hora de la tarde.
Y por supuesto, se debe hacer meditación antes de dormir, para aprender a apagar el botón de la rutina y del cansancio del día y abrir la puerta al sueño y al descanso.
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